Juan Carlos Ollero: cien días invicto.
- bdebetis
- 4 mar 2015
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El 24 de noviembre de 2014, Juan Carlos Ollerose despertaba contando los días que le quedaban para ser presidente del Betis. Ya había dado el sí y sólo esperaba que llegara la junta de accionistas del 10 de diciembre para tomar el relevo. Sin embargo, los hechos se precipitaron. La crisis deportiva llevó hasta límites insostenibles la continuidad de Julio Velázquez. Antes de tomar una decisión sobre el técnico, la cúpula del consejo presidido porManuel Domínguez Platas no quiso condicionar a quienes estaban a punto de tomar las riendas y anticiparon el cambio. El 25 de noviembre, Ollero era elegido presidente del Betis. Su primera determinación, y la de su renovado, en dos etapas, consejo, fue la de destituir a Velázquez y darle una oportunidad, en principo provisional, a Juan Merino. Desde entonces, el Betis no conoce la derrota en la liga (nueve victorias y tres empates) y las únicas derrotas de la etapa de Ollero han llegado en la Copa ante el Almería.
Nacido en Melilla en 1948, Ollero llegaba al club de su pasión sin ataduras y con un claro deseo de aunar voluntades. Puso así su granito a la paz social rebajando tensiones en la junta de accionistas. Su discurso siempre ha sido firme y los béticos han valorado que el club vuelva a tener un portavoz cualificado para defender la opinión desde Heliópolis, como sucedió la semana pasada con el asunto de los cánticos de Gol Sur. Su comparecencia ante los medios le dio muchos puntos en la confianza que tienen los seguidores verdiblancos en su presidente.
Su inmaculada trayectoria deportiva en la liga va vinculada a la permanencia más semanas de las esperadas de Merino (cuatro, con otras tantas victorias) y a la apuesta por el regreso de Mel, que produjo una pequeña fricción interna en el consejo por la manera en la que se produjo la elección final tras tratar con otros candidatos. La presencia de Francisco Estepa en el órgano de gobierno de la entidad no figuraba entre las opciones preferentes de la nueva etapa en la entidad. De hecho, el administrador judicial había dado su conformidad a su salida en la junta del 10 de diciembre pero cambió de opinión a última hora. Desde entonces, Ollero y Estepa tratan de conciliar voluntades en las decisiones más relevantes que competen al club.
Cuentan que Ollero tiene una notable capacidad de trabajo, que es el primero que llega al club por las mañanas y de los últimos que se marcha. Apoyado en un consejo ejecutivo y otro deportivo, de los que es miembro, Ollero ha variado con su equipo la manera de gestionar el club y busca mejorar todas las áreas de la entidad para encontrar la optimización, como la dirección deportiva, algo que tiene claro desde que aterrizó. La llegada como cedidos de Portillo y Rodas y las salidas de Perquis, Chuli, Sergio y Nono son las noticias vinculadas a la plantilla que han llegado con Ollero. Falta la concreción de algunas de las renovaciones pendientes (Ceballos, Rennella). También alcanzó el club en su mandato el acuerdo televisivo para la próxima campaña, aunque gestado por los anteriores dirigentes. En el debe de la etapa de Ollero, la cantidad de conflictos en los que se ha visto afectado el Betis (supuestos amaños, cánticos), que su capacidad de actuación sigue limitada por Estepa y la falta de reestructuración definitiva de la dirección deportiva.

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