Lastimoso, inadmisible y vergonzante partido el que nos ha ofrecido el Betis en la tarde de domingo en Anduva contra el Mirandés. Imprecisión en el juego, falta de actitud y una alarmante conformidad con el resultado obtenido, como si fuera un 0-5…
Primera parte muy imprecisa por parte de los verdiblancos que veían como un combativo y bien trabajado Mirandés se encerraba bien atrás y no tenía ningún reparo en salir a la contra y crear algunas situaciones complicadas a la defensa bética. N’ Diaye y Xavi Torres en esta primera mitad no han controlado absolutamente nada el centro del campo del verde césped, en el que el Betis sólo ha sido superior en la zona de arriba cuando Rennella, Portillo y Rubén Castro intentaban hacer de las suyas. Aunque a decir verdad, no se ha convertido ninguna de esas sensaciones en ocasión. De hecho la ocasión mas clara la tuvo el equipo del Ebro, que al borde del descanso sacaba una falta pocos metros más adelante del centro del campo para que Cejudo, que había entrado en el lateral derecho sustituyendo al lesionado Molinero, peinara el lanzamiento hacia atrás superando a Adán pero afortunadamente estrellándose en el poste. El rechace caería a los pies de Aitor que, incomprensiblemente y con todo de cara para poner por delante a su equipo, la mandó al lateral de la red. Dani Ceballos parece ser uno de los perjudicados con la entrada del malagueño Portillo ya que ha perdido mucho protagonismo escorado a la banda, y en esta mitad no rascó bola. Así acabaría la primera mitad y las sensaciones, desde luego, no eran de un equipo que se esté jugando entrar en zona de ascenso directo y ya son muchas las jornadas que permanece fuera. Ojo.
En la segunda mitad nada mejoró, todo lo contrario, el equipo local olió la sangre y no encontró al moribundo Betis de milagro. Hizo muchos más méritos el Mirandés en llevarse el partido que nuestro equipo de las trece barras. Un desaparecido Rubén Castro que no las olió y un nefasto (de nuevo) centro del campo hicieron casi imposible siquiera hacer temblar al ex bético Razak, que hoy defendía la portería rojilla. Para más inri, el más entonado en todo el partido, Portillo, fue el sustituido en la segunda mitad, y ahí se acabaron las poquísimas esperanzas de enchufar alguno. De Álvaro Cejudo ni hablamos. Cierto es que no ha jugado en su posición pero lo de hoy ha rozado el esperpento. Esperábamos más de ti. Varela por ahora resulta ser un auténtico fiasco, lo poco que tenía en el filial que era el guante en su pierna izquierda parece haber desaparecido cual truco de magia de esos desagradables. Si el desacierto de casi todos no era poco, el canario Bruno cometió la imprudencia de una falta alevosa con ya una amarilla, y encima a jugar con diez. Si a esto le sumamos la carente falta de acierto en los cambios de Pepe Mel…Señores: nadie dijo que fuera fácil pero así desde luego lo será menos.
En definitiva, a base de pundonor los locales merecieron más y es lo que deben darse cuenta en el vestuario verdiblanco, que no se puede arrastrar el escudo allá por donde van sin ningún tipo de miramientos. Lo mejor de hoy, sin duda alguna, el punto obtenido y lo peor, la oportunidad perdida una vez más de entrar en ascenso directo y, de paso, empatar a puntos con el líder Las Palmas, al que por cierto visitaremos en dos jornadas…
Alineaciones:
Mirandés: Razak; Aitor, Álex Ortiz, Kijera y César Caneda; Rúper, Emilio Sánchez (Juanjo) e Igor Martínez; Álex García, Pedro (Espín) y Urko Vera.
Real Betis: Adán; Molinero (Cejudo), Bruno, Jordi Figueras y Varela; N’Diaye, Xavi Torres, Dani Ceballos (Fabián) y Portillo (Álex Alegría); Rubén Castro y Rennella.
