Que gran razón tiene mi compañero Berto en su gran reflexión sobre que el Betis siempre está en el ojo del huracán. Todos tenemos claro el diagnóstico de la enfermedad, pero ya va siendo hora que le pongamos tratamiento al enfermo.
En la vida, la genialidad, la suerte, la espontaneidad te puede dar éxitos, pero serán efímeros si no se acompaña de trabajo, disciplina y profesionalidad en todos los estamentos de la vida, y trasladado al fútbol, en todos los estamentos del club. El Betis ha tenido momentos futbolísticos inolvidables, temporadas fantásticas, de hecho el Betis es de los equipos que más sentido le ha dado a los que se denomina fútbol arte. Muchas veces, con esas esencias futbolísticas, los aficionados nos quedamos contentos para mucho tiempo, pero la mejor afición del mundo que es la bética, ha dicho hasta aquí hemos llegado. De una vez por todas queremos, exigimos, ser un club acorde a su masa social.
El Betis tiene que tener un equipo técnico de calidad y continuamente estar peinando el mercado para fichar a promesas de calidad. ¿Cuanto hace que el Betis no ficha un mirlo blanco?
El Betis es un equipo que no debe bajar bajo ningún concepto de los ocho primeros de la liga, pase lo que pase, porque ese es nuestro potencial social. Para ello se tiene que trabajar con seriedad en todo el club. A nivel directivo el Betis tiene que estar en todos los lugares importante de la federación y la liga de fútbol profesional para que se nos trate en serio, no mejor que a nadie, pero tampoco peor: se tiene que tener peso en las instituciones.
El Betis ha sacado históricamente jugadores geniales de la cantera, pero no salen continuadamente, sino por generación espontanea. Las categorias inferiores del club no son punteras a nivel nacional. Hay que dejar de fichar amigos y contratar a profesionales que trabajen la cantera como puntal del club. El Betis tiene que ser un grande en todas las categorias.
La seriedad tiene que ser un estandarte del club. Se tiene que aplicar la disciplina a todos los trabajadores, incluídos los futbolistas. Al Betis se viene a jugar al fútbol, no a comer gambas o tomarse copas a dos manos. Mano dura con la indisciplina.
Finalmente algo más de sensaciones que de realidades. El Betis tiene que ser respetuoso con la prensa deportiva, pero ya está bien de aplicar el poner la otra mejilla. Si se lanzan infundios del club denunciarlos, y si lo que se cuenta es verdad, aplicar el punto anterior. Mano dura con el que lo hace mal, y mano dura con el que no lava la ropa en casa y hace filtraciones a sus amigos de la prensa. Ya está bien que en esta bendita ciudad haya una doble vara de medir.
Quiero con toda mi alma que suba el Betis esta temporada, pero quiero mucho más que de una vez por todas seamos un club respetado en lo institucional y dejemos de ser un club ascensor. Y eso, señores directivos que son los mandamases del club, se consigue con trabajo, planificación y profesionalidad.
